lunes, agosto 21, 2006

Culpables.

Nuestra culpa,
castigo merecido
por la soberbia
de nuestro amor
que habiendo creído
puro y eterno,
sucio y efímero
acabó.
Tu culpa,
mi culpa,
en fin, nuestra culpa;
culpables somos
sentenciados en juicio
del que fuimos
juez y parte,
condenados a culparnos
mutuamente tú y yo
de algo que fue
culpa de los dos.
Me achacas tú,
ser causa
de tus errores,
motivo
de tu desdicha,
y responsable
de tus dolores.
Te acuso yo,
ser causa
de mis pasiones,
motivo
de mis desvelos,
y responsable
de mis turbaciones.
Entre achaques y acusaciones
culpables nos declaramos,
somos motivo, causa y responsables
de nuestros rotos corazones.
Augusto Conde.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es entreberado, pero lindo,verás, no soy buena crítica, para decir que noté haste casi gracioso que concluya con el principio, como una eterna pelea de pareja. Me gusto!!